Fue hallado en la Península Antártica y vivió hace 34 millones de años. Es el más grande de los que se conoce hasta el momento.
El hallazgo, que fue realizado por el director de las campañas paleontológicas del Instituto Antártico Argentino, Marcelo Reguero, tiene otra particularidad: es la primera vez que se encuentran en la Antártida esqueletos articulados, facilitando el conocimiento sobre la anatomía y el modo de locomoción que tenía el pingüino gigante.
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